El disco de Nipkow: nace la televisión

24 de diciembre de 1883

El 24 de diciembre de 1883, el día de nochebuena, un joven de 23 años, estudiante de física e ingeniería, ideó un sistema de análisis, transporte y recomposición de imágenes y lo registró en el registro de patentes de Berlín como Telescopio Eléctrico. Ese día nacía la televisión.

El joven Paul G. Nipkow registró su invento pero nunca más se volvió a ocupar de la televisión, hasta el punto que se olvidó de renovar la patente. Su vida profesional estuvo dedicada al estudio de las señales y sistemas de seguridad de los ferrocarriles alemanes. Pero su telescopio eléctrico acabó siendo la base teórica de la televisión mecánica, la que fue protagonista de las primeras emisiones experimentales.

Tras la patente de Nipkow, nombres como Hertz, Marconi o Braun harían evolucionar el invento. Después, en la Exposición Universal de París del año 1900, se presentó un artilugio al que por primera vez se le llamaría televisión. La palabra viene de hibridar la palabra griega Tèle (lejos) y la latina visionem (Visión)

En 1944 se hizo en Londres la primera demostración pública de televisión. Su artífice fue John Logie Baird, que también se basó en el disco de Nipkow, y a quien la mayoría de libros atribuyen el título de inventor de la televisión. Pero lo cierto es que ese fue un trabajo muy colaborativo.

Los pioneros de la televisión eran personas con gran talento, inventores con mayúsculas, y con carácter emprendedor. Nadie en el mundo empresarial exploraba la posibilidad de la imagen a distancia, por lo tanto, no tenían respaldo ni recursos. Iban avanzando, inventando, añadiendo, hasta hacer realidad el sueño de ver imágenes en movimiento y a distancia.

 

Los alemanes reivindicarían la figura del joven inventor poniendo su nombre al primer canal de televisión que emitió en el país, la NIPKOW TV

 

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