¡Ay, qué calor!, y las Chicas Chin-chin
El 4 de octubre de 1990, Telecinco estrenaba ¡Ay, qué calor!, uno de los programas que más definió la línea editorial de la cadena en sus inicios. Sin duda, se lleva la palma del programa más machista de la historia de la televisión en España, y no es que falten ejemplos.
Basado en el formato italiano Colpo Grosso, era un concurso cuyo objetivo final era desnudar a cuantas más mujeres mejor. Cada edición enfrentaba a un hombre y una mujer, quienes viajaban virtualmente por Europa a través de espectaculares mujeres: las Chicas Chin-chin. En sus pechos llevaban las cartas que sumaban o restaban puntos. Cualquier excusa era válida para que las chicas se quitaran la ropa, ya de por sí escasa, o se abrieran la camisa para que los concursantes accedieran a sus comodines.
Por exigencias del guion —qué casualidad—, casi siempre ganaba el hombre. Y también, casualidades de la vida, las mujeres concursantes siempre eran espectaculares. Hacían un papel lamentable, por humillante. Para colmo, el presentador, Luis Cantero babeaba ante su compañera en la presentación, Eva Pedraza y lanzaba comentarios machistas a las Chicas Chin-chin.
El programa terminaba siempre con una coreografía "artística" del cuerpo de baile, que era un auténtico festival de culos y tetas al aire, y como broche final, antes de ir a dormir, un striptease.
¡Ay, qué calor! Fue, sin duda, el mayor exponente de la cosificación televisiva de la mujer en España.
Telecinco emitió Colpo Grosso doblado al español desde el inicio de sus emisiones y, debido al éxito que tenía, decidió adaptar el formato. ¡Ay, qué calor!, inspiró el famoso TuttiFrutti y sus célebres Mama Chicho, también alegres y ligeras de ropa, pero recatadas en comparación con las Chicas Chin-chin —aunque, claro, el horario de emisión no era el mismo.
Esa fue la apuesta inicial de la programación de Telecinco, mientras que su competidora, Antena 3, optó por un modelo más próximo a Televisión Española con informativos, magazines y entretenimiento familiar de gran formato, como La ruleta de la fortuna.