De Grote Donorshow
1 de junio de 2007
El 1 de junio de 2007, la televisión holandesa BNN hizo uno de los experimentos más polémicos de la televisión de los últimos años: la emisión de un programa único llamado De Grote Donorshow (El gran show del donante). Producido por Endemol, la misma productora que Gran Hermano, se trataba de un show de impacto destinado a concienciar sobre la donación de órganos. Y no dejó a nadie indiferente.
Después de una intensa promoción, que avivó polémica sobre los límites éticos de la televisión, llegó el día de la emisión del programa. La premisa era la siguiente: Lisa, una mujer de 37 años, con poca esperanza de vida a causa de un tumor cerebral, debía decidir entre tres “concursantes”, tres enfermos en lista de espera para un trasplante renal, a quien legaría su riñón cuando ella muriese. Lo elegiría después de saber de sus vidas, a través de vídeos-reportajes, y de una serie de preguntas en directo. Todo pasaba en un plató, con decorado de espectáculo de prime time, con público, vídeos y presentador.
La puesta en escena era la típica de un reality show, el contenido, una bomba.
Después de más de una hora de programa, cuando Lisa está a punto de decidir a quién da su riñón, y ante un público que no podía cree lo que estaba viendo, el presentador para el programa, revela que Lisa es una actriz, que los tres concursantes sí que son enfermos a la espera de un trasplante, y que todo era un montaje realizado con la intención de concienciar sobre la donación de órganos.
El programa lo vieron 1,2 millones de espectadores. Políticos y organizaciones sociales, que lo criticaron antes de su emisión, alabaron su eficacia divulgativa al saber que todo era un montaje destinado a promover la donación de órganos. 12.000 personas se hicieron donantes aquella noche.
El programa puso a prueba los límites de la televisión: ¿es lícito hacer un espectáculo, basado en el engaño, aunque la finalidad sea la divulgación y esté cargado de buenas intenciones?
Lisa, la donante
Los “concursantes”.
El fundador del canal holandés BNN, Bart de Graaff , era enfermo renal, y murió en 2002 a la edad de 35 años. 5 años antes del polémico programa.