Médico de familia
15 de septiembre de 1995
El 15 de setiembre de 1995, Telecinco estrenó Médico de familia, la ficción que consolidaría la industria independiente de las series en España, su auge y renovación.
La serie comenzaba con la mudanza a un nuevo hogar del protagonista, Nacho Martín, un joven médico recién enviudado, y sus tres hijos. Por la casa desfilaban amigos, cuñados y suegros, mientras que su trabajo en el hospital proporcionaba las tramas externas, conectando la ficción con los problemas de la calle. Temas como la violencia machista, el embarazo adolescente, la regla o las drogas se trataban con gran naturalidad.
Una de las tramas principales, —el complicado enamoramiento con Alicia Soller, hermana de su mujer fallecida— aportaba los ingredientes dramáticos justos, con un final que tuvo a toda España en vilo: los protagonistas, interpretados por Emilio Aragón y Lydia Bosch, tras cuatro años de vicisitudes, terminaron pasando por el altar.
Médico de familia seguía la estructura de las series dramáticas norteamericanas, de 45 minutos, aunque alargadas para llegar a los 90 minutos.
Las audiencias fueron espectaculares. La veían más de 7 millones de espectadores, con una cuota de pantallas del 43,5%. Estuvo nueve temporadas en antena y se hicieron 119 capítulos. Además, resultó muy rentable, gracias la diversidad de product placement y la participación de los actores en anuncios, algo todavía infrecuente en la ficción española de la época.
Los desayunos con Puleva, las meriendas con Bollycao o los guisos con Kolpe acabaron siendo un atractivo más de la serie.
Médico de Familia fue la primera serie de Globomedia, productora fundada en 1993 por Daniel Écija, José María Irisarri y Emilio Aragón. La ficción les dio el dinero, el prestigio y la seguridad necesarios para consolidarse hasta convertirse en lo que son hoy: un gigante del entretenimiento televisivo.
Y, para Telecinco, que en un inicio no apostaba por la ficción, el éxito de Médico de familia supuso el comienzo de una potente producción de series, solo interrumpida con la llegada de Gran Hermano en el año 2000.
La segunda mitad de los noventa fue una época dorada para la ficción televisiva española, tanto en volumen de producción como en resultados de audiencia. En prime time competían Médico de familia con Hotel Royal Manzanares, en La 1, y Farmacia de guardia, en Antena 3. La ficción nacional se convirtió en el producto estrella, desplazando series americanas, y otros géneros, hasta que la irrupción de Gran Hermano, desbancó a la ficción durante algunos años, en favor de los realities.
Médico de familia fue la apuesta de Telecinco para competir con Farmacia de Guardia (1991-1995), la primera serie que dio la oportunidad de creer en la industria nacional de series. En un auténtico gesto de fair play, que nunca más se ha repetido, Emilio Aragón apareció en el último capítulo de la popular serie de Antena 3.
 
                         
            